jueves, 5 de enero de 2012

Luxación de hombro

¿Qué es?
Es el desencajamiento total de la articulación formada entre la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea. Se produce por tanto la salida de la cabeza humeral de la articulación.
Cuando el desencajamiento es parcial hablamos de subluxación.

Ambas pueden acompañarse de una fractura en la zona pero es un cuadro raro salvo la fractura por hundimiento que sufre la cabeza humeral al golpearse contra el reborde de la cavidad glenoidea cuando se sale.
¿Cómo se produce?
Cuando el paciente sufre un movimiento de giro forzado del brazo y a la vez un esfuerzo muscular o una compresión, se puede superar la capacidad de resistencia de las uniones que estabilizan la articulación. El hombro se luxa.
La luxación habitualmente es anterior, es decir, la cabeza del húmero se desplaza hacia adelante respecto a la cavidad glenoidea, que queda vacía.
  • Es típica de caídas sobre la mano, placaje de un contrario cuando el deportista tiene el brazo levantado, etc.
  • Es más frecuente en varones que en mujeres, y afecta sobre todo a jóvenes.
  • A medida que las luxaciones se producen, el traumatismo necesario para repetirlas se va haciendo menor. 
¿Cómo se manifiesta?
La luxación anterior produce un dolor brutal e inmediato, que impide cualquier intento de movilización por parte del paciente. Con la mano sana sostiene el antebrazo contrario, manteniendo el brazo algo separado. Esta postura es la menos dolorosa.
El aspecto del hombro cambia, pareciendo "cortarse a pico" en lugar de ver su forma redondeada habitual. Es el "hombro en charretera" y es prácticamente diagnóstico de la luxación anterior.
La luxación posterior duele menos, produce pocos cambios en el aspecto del hombro y limita la rotación hacia afuera del brazo. Puede pasar desapercibida.
Salvo que sea muy evidente, es difícil evaluar por el dolor que siente el paciente si hay lesiones asociadas de los nervios del hombro: pérdida de fuerza, hormigueos, menos sensibilidad en la piel.
En ocasiones se puede confundir con otro tipo de lesiones como una fractura cualquiera del hombro puede simularla o enmascararla.

La luxación anterior, con la deformidad típica y el dolor intenso, sólo puede confundirse con casos muy concretos, como una fractura del llamado cuello anatómico de húmero o bien del cuello de la cavidad glenoidea, y que además los fragmentos estén muy desplazados. Pero son situaciones muy raras.

¿Cómo se diagnostica?
Básicamente por la exploración clínica, y se confirma por radiografía, que descarta fracturas asociadas de húmero o de paletilla.
A veces la luxación posterior se detecta mediante TAC o RMN, solicitadas por la mala evolución clínica del paciente.
Teniendo en cuenta que casi siempre asocian una fractura hundimiento de la cabeza humeral y que su extensión condiciona el tratamiento, el TAC valora mejor que la radiografía convencional el porcentaje de superficie hundida.

¿Cómo se trata?
Hay que diferenciar el tratamiento de urgencia, es decir, el que persigue el encajamiento de la articulación; y el tratamiento definitivo, que intenta evitar futuras luxaciones.
El tratamiento de urgencia consiste en una serie de maniobras específicas de tracción, rotación y lateralización de la extremidad, que encajarán el hombro, es decir, lo reducen.
Si el paciente colabora se pueden realizar varios intentos suaves de reducción. Si no reduce o hay mucha contractura, se repetirán bajo anestesia general de corta duración.

Lo que nunca debe hacerse es insistir en los intentos de reducción con el paciente consciente, porque se puede producir una fractura o una lesión neurológica o de cartílagos. No merece la pena evitar una anestesia si lo único que vamos a conseguir es empeorar el cuadro.
Una vez reducida, se coloca un cabestrillo durante unas tres semanas, seguido por ejercicios progresivos de movilidad y fuerza, que en ocasiones requerirá la ayuda de un fisioterapeuta. Los movimientos que provocan la luxación deben prohibirse durante un tiempo.
Los pacientes con luxación "recidivante", es decir, los que sufren más de una luxación, suelen ser candidatos a la cirugía.
Las técnicas que se emplean buscan estabilizar la articulación, bien tensando la cápsula, aumentando la altura del reborde de la glena, etc.
En jóvenes con tres o menos episodios de luxación anterior puede intentarse la cirugía mediante artroscopia. En pacientes con episodios múltiples la mayor seguridad se obtiene con cirugía tradicional, llamada abierta.
En las luxaciones posteriores recidivantes no hay consenso sobre la mejor técnica posible, ya que se han publicado pocas series de pacientes operados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario